Amarillo: cuando predomina este color en el dibujo puede indicar la existencia de ciertas tensiones o situaciones de conflicto, normalmente en el entorno familiar o con alguna de las figuras de referencia. El amarillo es un color intermedio que inconscientemente nos indica precaución, cautela. También puede significar transición de una situación a otra. Si el amarillo forma parte, sin predominar sobre los otros, del dibujo, puede interpretarse como energía, dinamismo, adaptación e incluso creatividad.
Azul: generalmente es un color que transmite calma, serenidad, sensibilidad, ausencia de impulsividad, entendimiento, capacidad para reflexionar. Es decir que el predominio del azul en el dibujo puede ser entendido como capacidad de control sobre uno mismo e inteligencia emocional. Algunos niños lo difuminan suavemente para crear el cielo o el mar, esto representa sensibilidad, afectividad. Algunos especialistas sostienen que un exceso de azul en los dibujos podría significar un indicio de enuresis y que sea posible que algunos niños representen de este modo su problema de incontinencia nocturna.
Marrón: es un color fuerte que puede adquirir diferentes tonalidades y en base a ello, tener un significado diferente. Normalmente vemos al marrón en los troncos de los árboles dibujados, representando el propio «yo». Un predominio del marrón puede significar la necesidad de tener «los pies sobre la tierra», una visión realista de las situaciones, una prematura responsabilidad. Si la tonalidad del marrón es muy oscura puede estar expresando tendencias agresivas. El marrón también puede indicar, según contexto y configuración del dibujo: seriedad, persistencia, prudencia y también intolerancia.
Negro: un predominio de este color nos indica una personalidad rebelde, emotiva, sufridora. También puede que melancólica, pudorosa o con la necesidad de destacar sobre los demás. Como vemos, su interpretación deberá efectuarse en base a las claves contextuales del resto del dibujo ya que puede tomar diferentes interpretaciones. Si el dibujo presenta predominio del negro en combinación del rojo, la hipótesis más probable es que se trate de un niño impulsivo con poca paciencia, hiperactivo, que tenga tendencias impulsivas y/o agresivas, especialmente si va acompañado de un trazo irregular, anguloso y fuerte.
Rojo: es uno de los colores preferidos por los niños. Su significado casi siempre está relacionado a la vitalidad, energía, valor, pasión, y, en general, a todas las emociones humanas. Si la presencia del rojo se combina de forma equilibrada con otros colores, es una muestra de equilibrio, emociones controladas e incluso de sana actividad. Un rojo muy dominante suele indicarnos ambición, falta de autocontrol, transgresión. Un rojo muy fuerte, dominante en el dibujo, acompañado de trazos angulosos y poca definición del dibujo, nos podría señalar: hostilidad, agresividad, transgresión de las normas e incluso violencia.
Rosa: tradicionalmente solemos asociarlo al mundo femenino pero, también suele estar muy presente en los niños pequeños. Este color puede señalar sensibilidad, afectividad, preferencia por el mundo ideal. También representa el gusto por las actividades tranquilas. Un exceso de rosa puede señalar necesidad de desconexión de la realidad.
Verde: es un color principalmente positivo que lo asociamos a la tranquilidad, el reposo, la esperanza, el gusto por la naturaleza, la sensibilidad, etc. Como ocurre con otros colores, puede tomar diferentes tonalidades. El verde más claro puede señalar sosiego, sensibilidad. El verde más fuerte puede señalar decisión, esperanza. El predominio del verde o su utilización en elementos que no corresponden (por ejemplo para colorear el agua, cielo, etc.) puede señalar rebeldía, inconformidad, poca tolerancia a la frustración o también desajuste personal o emocional.
Violeta: el color violeta se suele definir como el más espiritual de toda la gama de colores. Un predominio del violeta en el dibujo infantil, se ha relacionado con la expresión de un malestar interno relacionado con unos patrones educativos, por parte de los padres, excesivamente rígidos e intolerantes. Esto puede crear en el niño temores al no verse capaz de lograr satisfacer plenamente las esperanzas de sus padres.