Chicos Programadores. ¿Por qué y cómo trabajar el Pensamiento Computacional en el aula?

robotica aula

Muchos recordarán el programa Logo, aquel que consistía en la resolución de retos intelectuales a partir del movimiento de una tortuga comandada por simples instrucciones ordenadas a través de la computadora. Pues bien, esta repetición de comandos desde una computadora para solucionar retos a partir de un código común es la base del Pensamiento Computacional. El programa Logo ha sido superado por muchos otros cuya complejidad varía para trabajar con niños desde niveles concretos hasta desarrollos muy abstractos para los mayores. Algunos ejemplos son el robot KIBO (una de las marcas que, con materiales concretos, permite programar los movimientos de un robot), el scratch (programa gratuito y de sofware libre para crear fácilmente animaciones, juegos e interacciones etc.), creación, uso y modificación de simuladores (amplia variedad que pueden descargarse de internet y permiten visualizar situaciones y experimentos así como manipular las variables involucradas), modelización de situaciones, etc.

Cada uno de ellos tiene su complejidad y lo atractivo de estos programas es descubrir cuántas cosas se pueden desarrollar en los estudiantes al trabajar en el aula. Vamos a citar a algunas:

– Uso y manejo de códigos comunes (al igual que el lenguaje, estos programas se manejan con códigos)

– Incorporación de modelos, pasos, secuencias para resolver problemas

– Ensayo (y error) de diferentes formas de resolver un problema.

– Tolerancia a la frustración, perseverancia y superación personal

– Descomposición y ordenación de las partes de un problema o sistema para que conformen una síntesis con sentido (desde el apoyo con material concreto hasta desarrollos abstractos)

– Descubrimiento, representación y repetición de patrones (pensamiento algorítmico)

– Anticipación e imaginación de posibles situaciones en función de los movimientos previos

– Creación de un plan con sentido lógico, efectivo y eficiente en cuanto a pasos y recursos

– Repetición de patrones que generen (o no) la automatización de respuestas eficientes

– Generalización y transferencia de procesos de resolución de problemas

– Atención para centrarse en los conceptos abstractos centrales ignorando detalles y distracciones

– Imitación y copia de modelos

– Control y manipulación de variables (concretas, visuales o abstractas)

– Creatividad

– Trabajo colaborativo

– Aprendizaje de conceptos de otras disciplinas como la matemática, el lenguaje, etc.

La experiencia evidencia que los estudiantes se entusiasman con este tipo de actividades, captan su interés, se divierten, aprenden y desarrollan diversas habilidades para desenvolverse en la vida.

 

 

 

Escuela de Emociones

psicologos en el aula

La escuela históricamente privilegió los saberes cognitivos por sobre lo emocional. Sin embargo, en los últimos años, se está poniendo atención en la importancia de enseñar a aprender a vivir con los demás, capacitarse para la vida, la educación en valores, las inteligencias múltiples, una educación integral para un mayor bienestar personal y social, y no apuntar únicamente a los aspectos académicos.

Para el logro de dichos objetivos resulta clave enseñar conductas que suponen los grandes valores humanos como el compromiso, la superación personal, el respeto, la solidaridad y la tolerancia. La educación emocional es la base para el logro de estas habilidades.

Es por esto que se propone que la escuela atienda y brinde un tiempo específico para enseñar de modo explícito este tema, más allá de las reflexiones que se realizan ante situaciones conflictivas que surgen en el día a día.

La educación emocional requiere de un proyecto institucional, un trabajo con los alumnos de modo sistemático, por nivel, para brindarles de antemano las herramientas adecuadas para manejarse y así evitar consecuencias desagradables frente a un problema y mejorar la autoestima.

A través del desarrollo de la conciencia emocional, la valoración de uno mismo y el ejercicio de conductas base para la adquisición de habilidades sociales es que se logrará que los niños adquieran una mayor autoestima y podrán establecer relaciones satisfactorias y enriquecedoras con otros.

¿Cómo puede enseñar el maestro sobre educación emociona?

Cualquier maestro puede educar las emociones siempre y cuando las actividades tengan un carácter pedagógico didáctico y no “hacer terapia” con los alumnos. Para no caer en esto último es fundamental: una buena planificación del contenido, tener claro sobre qué se quiere que los alumnos reflexionen, trabajar con el equipo de orientación si es que la escuela lo dispone y tener conocimientos generales acerca de la temática de educación emocional.

Por otro lado, para evitar conflictos con las familias es que resulta esencial compartirles los objetivos del proyecto con anterioridad y hacerlos partícipes en las actividades que se les soliciten.

¿Qué conductas puede enseñar el maestro a sus alumnos?

  • Trabajar para que los chicos aprendan a decir no.
  • Enseñar a los niños a que le pidan a otro un cambio de conducta.
  • Abordar la empatía en diferentes situaciones.
  • Promover la resolución de conflictos interpersonales
  • Fortalecer en los chicos la comunicación y asertividad.