Reglas para abrigarse:
Hay una regla clásica que consiste en abrigarse por capas. En general tres. Una ajustada al cuerpo, la segunda más suelta y la tercera más grande y mucho mejor si es impermeable.
Por lo general las orejas, la nariz, las manos y los pies suelen enfriarse más rápido, por eso se aconseja proteger a los chicos con un gorro que cubra las orejas, guantes y unas medias abrigadas.
Además, tener la boca y la garganta cubiertas protege a los bronquios de una irritación causada por el frío.
Diferencias entre resfrío y gripe:
Los niños pueden contraer muchos resfriados cada año y por lo regular los adquieren de otros niños. Los síntomas principales son estornudos, secreción nasal, dolor de cabeza, goteo y congestión nasal, ojos llorosos, dolor o flema en la garganta, tos y cansancio. Un resfriado dura entre 3 y 10 días y se puede contagiar en la escuela.
El resfriado es distinto de la gripe, una infección viral más grave que muestra síntomas adicionales como fiebre en aumento, temblores y dolores musculares, aunque muchas personas confunden ambos términos.
El cuadro clínico de la gripe por lo general afecta a todo el cuerpo. Los síntomas del resfriado aparecen aproximadamente de 2 o 3 días después de que el niño entró en contacto con el virus, aunque podría tomar hasta una semana. Los síntomas afectan principalmente la nariz. Los más frecuentes son congestión nasal, carraspera y estornudos.
Los adultos y los niños mayores con resfriados generalmente tienen una fiebre baja o no tienen fiebre, mientras que los niños pequeños a menudo tienen fiebre de alrededor de 38 a 39º C.
Siempre es bueno ante la duda consultar con el médico para un adecuado diagnóstico.
Nuestros hijos pueden contraer un resfriado si por ejemplo una persona con un resfriado estornuda, tose o se suena la nariz cerca de él. O si él se toca la nariz, los ojos o la boca después de haber tocado algo contaminado por el virus, como un juguete o la manija de una puerta.
Un virus del resfriado se propaga a través de diminutas gotitas aéreas que se liberan cuando una persona enferma estornuda, tose o se suena la nariz.
Por ello es muy importante lavarse siempre las manos después de sonarse la nariz, después de cambiar pañales o ir al baño, antes de comer y antes de preparar alimentos.
Es conveniente desinfectar el ambiente limpiar las superficies de contacto común como canillas, manijas de las puertas y colchas para dormir.
También es recomendable el uso de alcohol en gel u otros desinfectantes de manos instantáneos y el uso de pañuelos de papel en lugar compartir toallas de tela.