El pijama Party se pone de moda en las vacaciones. El programa consiste en invitar a “dormir” a un amigo o varios y jugar hasta que el sueño los venza. ¿Cómo? Comiendo cosas ricas, mirando tele o una película, contando historias, charlando y escuchando música.
¿Qué características tiene este programa y que hay que tener en cuenta?
El Pijama Party implica ante todo una separación nocturna familiar, es decir que los chicos deben pasar la noche en una casa diferente a la propia, con reglas preestablecidas por los padres o los mismos niños que invitan. Esta separación puede generar temores, miedos e inseguridades, para los cuales los niños deben estar en condiciones de poder afrontar para que el programa resulte exitoso.
Para prevenir posibles inconvenientes que durante la noche son más complicados de resolver, es muy importante que los padres se pongan en contacto previamente, especialmente si es la primera vez que sus hijos participan de uno o son muy pequeños. ¿Con qué fin? Coordinar horarios, la duración del programa, lo que tienen que llevar y cómo actuar si se presenta algún “arrepentimiento”.
El Pijama Party es una experiencia de cierta intimidad porque los chicos comparten una situación no frecuente, la de pasar la noche con amigos. Es por esto que es aconsejable que el grupo sea reducido, compatible y del círculo más cercano. De esta manera nos aseguramos que se sientan más cómodos y confiados.
Durante el programa, los niños permanecen la mayor parte del tiempo en una habitación. Esta debe ser un lugar confortable donde todos los invitados tengan un espacio para acostarse y descansar, más allá de que tal vez el objetivo sea no dormir. Esto no implica que necesariamente deba haber camas para todos, pero si colchones o bolsas de dormir.
El pijama party se realiza puertas adentro de la habitación lo cual implica que los padres no están invitados y que los chicos son los que manejan las actividades y los momentos. Sin duda este es un punto clave que requiere dos acciones por partes nuestra: definir los límites con los chicos previamente y participar de la planificación o conocer las actividades que se realizarán con anterioridad.
Definir los límites es dejar en claro qué estará permitido y qué no. Por ejemplo, según la edad, establecer a qué hora deberán estar durmiendo o promover reglas de convivencia donde los chicos se comprometan, por ejemplo, a no molestar al que se quiere acostar o ronca.
Para que los límites sean más concretos es importante conocer con anterioridad qué actividades piensan realizar durante la noche y asesorarlos.
Si queremos lograr que se duerman temprano con naturalidad, vencidos por el sueño, es conveniente que el programa comience temprano. Podemos proponerles que antes de comer jueguen a las escondidas al aire libre o juegos para bailar y agitar dentro de la casa, de esta forma nos aseguramos que realicen actividad física desgastante.
Luego se les puede sugerir que ellos mismos cocinen la cena, algo simple pero contundente, o que preparen pochoclos para comer durante la película. Es muy importante que ésta última sea apta para la edad de los niños y de buen gusto.
También se les puede proponer algún juego de mesa divertido o alguna manualidad sencilla para pasar el tiempo.
Como no hay una edad estricta para que los chicos comiencen a organizar este programa hay determinadas cuestiones que debemos considerar y adecuar a la edad, ya sea si vamos a recibir a amigos de nuestro hijo en casa o el nuestro partirá a otra. En general, y aunque cada vez lo piden desde más pequeños, este programa suele concretarse a partir de los 8 o 9 años en adelante.
Tips para la organización del pijama party entre padre e hijo
• Pensar bien a quiénes se va a invitar.
• Preparar juegos y actividades para hacer que les divierta a todos.
• Armar un reglamento de convivencia.
• Establecer límites.
• Armar tarjetitas para invitar a los amigos o comunicarse telefónicamente.
• Elegir una peli que a todos les vaya a gustar.
• Ordenar el cuarto o espacio donde se vaya a llevar a cabo la actividad.
• Decorar o ambientar la habitación de manera tal que se genere un clima cálido y confortable.