El concurso que entregó a los chicos hojas, cuadernos y sonrisas

Todos los años desde el 2013, Ledesma acompaña el trabajo de los alumnos, padres y docentes desde el inicio del ciclo lectivo con una propuesta divertida y solidaria.

Por séptimo año consecutivo y con la participación de casi 5000 concursantes de todo el país, Ledesma entregó los premios a las familias y escuelas ganadoras del concurso “Primer día de clase 2019” y entrevistó a algunos de sus protagonistas.

La convocatoria, abierta a todos los miembros de la Comunidad Éxito a través de sus redes sociales, contaba con dos modalidades: una individual y otra solidaria. Para la primera, los participantes debían responder a la consigna: ¿Qué significa para vos una educación exitosa? Entre las más de 200 mil palabras que la definen, según los comentarios recibidos, se repiten: herramientas, valores, futuro, familia y ayudar.

Palabras Exito

EDUCACION EXITOSA. Las palabras que la definen.

Es decir que la solidaridad está implícita en el concepto de educación para quienes forman parte de ella. Lo que también se vio reflejado en la cantidad de participantes que optaron por la modalidad solidaria y su repercusión en las escuelas cuando recibieron los premios.

De todas las escuelas beneficiadas, aún seguimos recibiendo mensajes de agradecimiento y fotos de los chicos y sus maestros con el material que tanta falta les hace. “Esta ayuda de útiles es muy bienvenida y está en buenas manos”, dijo a Ledesma Marianela Perazzolo, directora de la Escuela Nº 28 Paraje La Elvira de Trenque Lauquen. Marianela contó que esa escuela rural tiene una sola docente y este año, una matrícula de 17 alumnos, quienes en su mayoría, provienen de familias de escasos recursos.

Pero más allá de saber que pudimos ayudar a muchas escuelas, a través de quienes las propusieron, la satisfacción más grande fue ver las caras de felicidad de los chicos al recibir la noticia (¡y las cajas!). Decía San Juan Bosco: “Para ejercer la influencia benéfica entre los niños, es indispensable participar de sus alegrías”.

Daniel Damico, director de la Escuela Nº 11 “Juan Bucich” del barrio de La Boca (CABA) lo sabe mejor que nadie. Ejerce la docencia desde 1988. Egresado del Instituto Santa Catalina de la Obra de Don Bosco, Damico contó que como era pobre y no podía pagarse los estudios, fue becado hasta graduarse.  Por eso hoy, agradecido con los salesianos, lleva adelante su labor en el ámbito educativo aplicando los principios de Juan Bosco, con la alegría y la solidaridad como pilares.

“Un día vino una mamá diciendo que quería participar de un concurso de la empresa Ledesma, y que si ganaba, le iban a entregar al grado de su hijo y a la escuela, hojas y cuadernos. Al cabo de un mes y medio aproximadamente, volvió muy contenta para avisarme que había ganado el concurso. Estábamos todos muy felices”, contó Damico.

El director convocó a Romina Mendoza, la mamá ganadora, a presentarse en la escuela el lunes siguiente. “Así fue como a las 8.15 de la mañana, luego del saludo a la bandera, le pedí a la mamá que se acercara al medio del patio y les conté a todos los alumnos y docentes que Romina nos había elegido como beneficiarios para recibir semejante premio de Ledesma”, dijo.

Según relató Damico, los alumnos y los maestros de toda la escuela la aplaudieron mucho y Evangelina, la maestra de grado de Ciro, se acercó a darle un regalo como agradecimiento.  El premio fue distribuido en toda la escuela dando prioridad a los chicos que no tienen la posibilidad de acceder a los materiales.

Ciro y los premios

CIRO Y LOS PREMIOS. El hijo de Romina, la mamá ganadora del concurso
solidario, posa junto a los premios que ganó para su escuela.

Ciro, el hijo de Romina, cursa el segundo grado en la Escuela de La Boca.  Contó su mamá que, aunque no entendía muy bien lo que pasaba, se puso contento y orgulloso al recibir aplausos y agradecimientos por parte de sus amigos y maestras. “Todos le decían que era el que había ganado el premio de los cuadernos y está feliz por eso”.

 “Me enteré por Facebook del concurso. Vi que había dos posibilidades de participar: individual y para recomendar un colegio, y decidí ayudar al colegio de mi hijo donde comenzó este año. Elegí participar por el colegio debido la situación actual de muchas familias del barrio que hace que muchos nenes no tengan nada”, comentó Romina.

“Cuando vi que había ganado me puse súper contenta y lo primero que hice fue ir a la escuela a contárselo al director”, recordó la mamá y agregó: “Ellos se pusieron muy felices porque hay muchos chicos con necesidades”.  Tanto las maestras como el grupo de cooperadoras, en nombre de los nenes que recibieron el material, le agradecieron con notas y regalos.

Boca Buenos Aires

ALEGRÍA EN SEGUNDO GRADO. Los alumnos de la
Escuela N° 11 de La Boca felices y agradecidos.

“Felizmente fuimos repartiendo el material a todos los maestros con la consigna de que lo entregaran a los chicos que realmente lo necesitan. Una vez satisfechas las necesidades de todos los grados, sobraron tres cajas que vamos a conservar en la escuela para ir reponiendo a medida que los maestros lo soliciten”, agregó el director.

“Agradecemos a Ledesma por hacer estos concursos que tanto benefician a las escuelas y a la escuela pública sobretodo. Agradezco también a Romina por este lindo gesto, el premio que recibimos gracias a ella es muy útil para todos los chicos que están felices y agradecidos”, dijo Damico.

Contó Romina, todavía con una mezcla de pudor y felicidad: “Me dio un poco de vergüenza el agradecimiento público, pero lo que valió la pena fue ver la felicidad de todos. Nadie lo esperaba. Y como están las cosas ahora, es un alivio y una ayuda para muchos padres, los chicos usan muchas hojas y cuadernos durante el año y este gran premio llegó en el momento justo y al lugar indicado”.

Mercedes Tombesi

 

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Mi primer cuaderno, un regalo para toda la vida

La primera vez de casi todo lo que hacemos en la vida queda para siempre en nuestro recuerdo. La primera mascota, el primer beso, las primeras vacaciones, la primera maestra.

De todos los útiles que se detallan cada año en las listas, uno en especial destaca entre todos, no solo por la importancia que tiene en la escuela sino además, en la vida de los chicos: el primer cuaderno.

Por eso, Ledesma quiso ser parte de ese recuerdo y obsequió un sobre especial en el que los docentes entregarán el primer cuaderno a cada chico a medida que lo vayan completando. El sobre llevará el nombre de la maestra, del alumno, del colegio y el año en el que terminó su primer grado.

mi primer cuaderno sobre 01

Cuántos niños recordarán a la seño Karina Zarlenga quien este año cumple veinticinco en la escuela que vio nacer. El Instituto Manuel Dorrego del Barrio Obligado de Bella Vista se fundó en 1994, comenzó sólo con jardín y primer grado, y Karina fue la primera maestra.

“En nuestra escuela, los chicos usan cuaderno desde jardín, no es que en primer grado aparece el cuaderno como algo nuevo para ellos. Pero sí, el obsequio que hizo Ledesma es una linda novedad, y fue muy bien recibido. Nosotros le damos mucha importancia al cuaderno y este sobre completa esa idea que tenemos de quererlo y cuidarlo, a los chicos les decimos que tiene que estar lindo y prolijo porque es el resultado de su trabajo”, dijo Zarlenga.

María de los Ángeles Barballaco contó que entrega el primer cuaderno a los chicos en sala de cinco, preparado con una linda caratula y listo para usar al año siguiente cuando empiezan la primaria. “En primer grado todo es nuevo, puro entusiasmo, cada nuevo aprendizaje es un descubrimiento y cada logro una carita feliz”.

Barballaco explicó que “cuando cada alumno termina su cuaderno, hay un visado de dirección, le ponemos una frase alentadora y las felicitaciones por el trabajo realizado, y luego se lo entregamos en un sobre. Hacemos una pequeña ceremonia interna en el grado con la seño y la presencia de la directora. A los chicos les gusta, los estimula y todos quieren ser el primero en terminar. Una vez que se entrega el primer sobre, quieren saber qué viene después”.

Cecilia Avinceta, que actualmente dirige el Centro Educativo Rosario Vera Peñaloza de Berazategui, fue maestra de primer grado durante diez años. “Cuando un chico termina el cuaderno, las seños le escriben un mensaje, yo le pongo una nota felicitándolo por la finalización del trabajo y se lo damos al nene. Ahora, seguiremos con el mismo procedimiento pero, además, se lo entregaremos dentro del sobre que recibimos este año”, comentó Cecilia.

La directora contó los chicos viven ese momento con mucho entusiasmo porque implica un gran logro en el largo recorrido que están iniciando. Según destacó, su escuela no se caracteriza por hacer un cúmulo de actividades para terminar el cuaderno lo antes posible. “No somos de la teoría: ‘más cuadernos terminamos más aprendemos’ sino que vamos por otro lado; trabajamos construyendo el aprendizaje desde la oralidad, la reflexión, más que nada en primer grado que es cuando se encuentran con todo un mundo nuevo por descubrir, y solo volcamos al cuaderno determinado tipo de actividades”, aclaró.

mi primer cuaderno sobre 02

Gisela, la mamá de Eduardo Rivas, contó que completar el primer cuaderno significa muchas cosas, en especial, es el resultado de un proceso de aprendizaje y de crecimiento personal, en un año de importantes cambios.

Para esta mamá (que aún conserva su primer cuaderno), se trata de un trabajo conjunto entre la escuela y la familia. Y las palabras de aliento y cariño que dejan escritas esas primeras maestras que nunca se olvidarán, coronan un recuerdo para toda la vida.

Mercedes Tombesi

El desafío de las nuevas listas de útiles fue todo un éxito

imagen mejor lista escolar

El año pasado les contamos en la nota “Lista de útiles: la importancia de la colaboración” que una correcta descripción de los productos solicitados en la lista de útiles escolares facilita el entendimiento entre todos los intervienen en la tarea.

Los docentes piden lo que van a necesitar de forma precisa, los padres pueden solicitar al librero el material adecuado y éste a su vez, hacer sus compras de manera eficiente de acuerdo a las necesidades. Una lista ordenada y genérica permite que los padres puedan elegir qué, dónde, cuándo y cuánto invertir en la compra de los útiles para el colegio. Es decir que con una lista armada correctamente, todos ganan en tiempo y en dinero.

Con el inicio de un nuevo ciclo, Ledesma entrevistó a algunas docentes, directoras y mamás para saber cómo resultó la implementación de las nuevas listas de útiles.  

“Empezamos a usar las nuevas listas de útiles este año, el cambio fue excelente y el resultado, perfecto”, dijo Cecilia Avinceta, directora de primaria del Centro Educativo Rosario Vera Peñaloza de Berazategui, quien destacó, además, que se terminaron las dudas de todos: padres, libreros y docentes. “La capacitadora corrigió nuestras listas, las mejoró y nos orientó para saber guiar a los papás a la hora de comprar los útiles”, agregó.

Según Avinceta, la respuesta de los padres fue muy positiva: “Dijeron que las listas eran muy claras, que esta vez no había dudas respecto de los materiales. Tanto ellos como el librero sabían exactamente qué pedía el colegio. Antes, volvían con preguntas respecto de las medidas de los cuadernos, las marcas, los productos, pero esta vez las listas fueron tan específicas que no había lugar a dudas”.

La directora contó que desde que mejoraron las listas, las maestras están felices ya que a raíz de este cambio, los papás pudieron cumplir con todo lo que la escuela solicitó.  “Se debe básicamente a que ahora las listas llevan los nombres genéricos de los materiales”, dijo. Lo que también se traduce en una ventaja económica para los papás. “Antes, se pedían los útiles poniendo como ejemplo un producto o marca específicos y el librero se limitaba a vender lo indicado, que muchas veces, era lo más costoso”, concluyó.

reunion de maestras por listas escolares

Maestras confeccionando las nuevas listas de útiles.

Fernanda Fusco, directora de la Escuela Modelo Leonardo Da Vinci de La Matanza comentó: “Tratamos de ser prudentes a la hora de armar las listas de útiles, pero muchas veces los padres no pueden cumplir con todo lo que se pide, en especial por un tema de presupuesto, entonces les damos la posibilidad de hacerlo en dos tandas.  A partir de este año trabajamos con la nueva lista de útiles: al poner el nombre genérico de los materiales, los padres compraron en función de los precios y la mayoría pudo traer el pedido completo”.

Al respecto, Jorgelina Malagueños, mamá de Catalina Flores que cursa el 5to grado en la escuela Modelo Leonardo Da Vinci, dijo: “Yo soy una de las mamás que solía entregar los útiles en dos partes básicamente por un tema económico. Pero este año, con las nuevas listas, tuvimos la posibilidad de elegir los materiales de acuerdo a nuestro presupuesto y eso nos permitió cubrir toda la demanda a tiempo”.   

La maestra de Catalina, Josefina Varas, contó lo que sucedió en todo el grado: “La lista funcionó muy bien y le dio libertad a los papás”. Si bien dijo que no tuvieron el cien por ciento de respuesta debido a la situación económica de cada familia, las nuevas listas permitieron un mayor porcentaje de cumplimento. “Todos los papás mandaron algo, y además, hubo más variedad, ya que al no darles como ejemplo un producto en especial, como se hacía antes, pudieron elegir libremente”, aclaró la docente.

Por su parte, María de los Angeles Barballaco, directora de primaria en el Instituto ESBA de Flores, contó: “Hace seis años que estoy en este colegio y ya se trabajaba con las listas nuevas. Nunca tuvimos problemas con los materiales, los papás ya estaban acostumbrados y los chicos siempre trajeron lo que se pidió”.

Para la Lic. Karina Zarlenga, directora del Instituto Manuel Dorrego de Bella Vista desde hace diez años, la colaboración de las capacitadoras en el armado de lista fue clave. “Antes de que llegaran las capacitadoras, no teníamos una manera específica de identificar los útiles de la lista, como pedíamos indicando: ‘tipo tal producto’, los papás, para evitar confusiones, compraban ése en particular.

La directora contó que desde hace tres años trabajan en conjunto con la capacitadora y el cambio de listas fue muy útil, tanto para el personal educativo como para el librero, ya que al saber el nombre específico de cada cuaderno pudo organizarse mejor.

“Nuestra escuela está en un barrio humilde y los papás hacen mucho sacrificio para que los chicos tengan las cosas, respetan las listas y, con mucho esfuerzo, traen los materiales que pedimos. Además, al trabajar con la librería del barrio que maneja precios accesibles para la familia, todo el engranaje se convierte en una cadena de favores”, concluyó.

Mercedes Tombesi