Los niños siempre necesitan las explicaciones de las cosas y no un simple “porque sí”. La mayoría de los niños suelen ser muy curiosos y es por eso que cuestionan todo lo que hacemos y decimos. Es por eso que creemos que es de gran importancia explicarles porqué cuidar nuestro planeta es fundamental. Pero, ¿cómo explicarlo? Siempre tratando de responder a sus preguntas de la mejor manera posible, sea con palabras, con libros o video que tratan del tema o llevándolos a lugares donde pueden ver con sus propios ojos cuál es el impacto que tenemos sobre el medio ambiente.
Por otro lado, los niños sienten que son actores principales de la obra cuando están involucrados o a cargo de algo. Es por eso que otra buena manera de involucrar a los niños es dejándolos practicar lo que han aprendido con pequeñas acciones simples que pueden realizar solos: apagar la luz cuando salen de su cuarto, cerrar la llave de agua mientras se cepillan los dientes, tomar una ducha en lugar de llenar la bañadera de agua. Es muy importante realizar estas acciones para que esos buenos hábitos se vuelvan costumbre y lo hagan sin pensar.
A los niños le suelen encantar los animales es por eso que resulta de gran importancia enseñarles a respetar a los animales y la naturaleza. Los niños a veces juegan a arrancar las hojas de los árboles o aplastar hormiguitas, sólo porque se les hace divertido. Cuando algo así suceda debeos decirles que eso no se hace y recordarles que las plantas y los animales son seres vivos al igual que nosotros y que merecen ser tratados como tales, protegidos y respetados porque son parte de un ecosistema frágil.
Vivimos en un mundo que continuamente nos invita a consumir es por eso que este puede ser uno de los grandes desafíos: ser consumidores responsables. En la medida que nosotros como padres lo seamos, vamos a poder transmitirlo, enseñando con el ejemplo. Un buen momento para enseñarles a ser consumidores responsables es cuando vamos al supermercado con ellos, explicándoles que es mejor evitar los paquetes individuales y es preferible consumir productos de temporada, comprar aquello que es necesario y bueno y no simplemente porque está de moda.
Pero, si de conciencia ecológica se trata no podemos dejar pasar la triple R: reducir, reutilizar y reciclar. Al igual que con los demás hábitos, es importante que comencemos desde que son chiquitos. Una manera de reducir residuos es utilizando bolsas reutilizables para traer los productos que compramos en el supermercado o bien, cuando festejamos el cumpleaños de nuestros hijos, utilizar bolsas de papel madera para las famosas «bolsitas de regalo» y así reducir la cantidad de plástico o cambiar los juguetes de la piñata por elementos que realmente le sean útiles como lápices de colores, gomitas para el pelo, hebillas, etc. Muchos niños suelen ser expertos en reutilizar cosas y por lo tanto suele ser la actividad que más les gusta hacer. Les suele gustar reutilizar las cajas, las botellas de gaseosas, los tubos de cartón del papel higiénico, etc. Otra manera de contribuir con la re utilización de objetos es donar aquello que ya no usemos y se encuentre en buen estado.
Uno de los hábitos más importantes a desarrollar en nuestras casas es el de reciclar. Para ello es importante tener una bolsa especial donde podamos poner cartón, papel, plástico, vidrio y aluminio y que serían los residuos reciclables y otra en donde podamos poner los residuos que son basura: restos de comida, vidrios rotos, lamparitas, focos y tubos fluorescentes, espejos y lentes, envases con restos líquidos en su interior, envases de pegamentos, vasos, platos y cubiertos descartables, envoltorios de golosinas. Si bien puede resultarnos un tanto complicado al principio, luego se nos vuelve un hábito y por lo tanto se nos vuelve una acción automática.
Si bien todavía podríamos hacer más cosas que nos transformen en una familia 100% verde, y tendríamos que hacer más esfuerzos para reducir nuestro impacto sobre el medio ambiente, es importante saber que el cambio comienza con los pequeños actos. Y, si verdaderamente queremos que nuestros hijos sean eco-responsables, es importante adquirir pequeños pero grandes hábitos ecológicos.