Estos son algunos de los alimentos típicos del verano:
Tomate. Pepino. Sandía. Cebolla. Palta. Zanahoria. Lechuga. Pimiento. Brócoli. Berenjena. Espinacas.
Sardinas. Atún. Mejillones. Anchoas.
Ciruela. Melón.
Cereales integrales (trigo y avena).
Higos. Nueces. Avellanas.
Queso fresco.
Helados hechos con frutas.
Agua mineral.
El tomate es una de los alimentos preferidos del verano. Las sardinas por ejemplo poseen muchos minerales (fósforo, selenio, yodo, hierro y magnesio), así como vitaminas del grupo B como la B12 B6, y la niacina; vitaminas liposolubles como la E, y vitamina D, que favorece la absorción del calcio y su fijación al hueso.
El pepino es uno de los alimentos más adecuados para refrescarnos e hidratarnos en verano. La cebolla tiene propiedades nutricionales y curativas. De ella se dice que nos ayuda ante todos los males: problemas de garganta, infecciones, enfermedades de la piel, estreñimiento, gota.
Las paltas tienen un alto contenido de vitamina C y brindan un aporte de grasa monoinsaturada saludable, que nos protege las arterias.
La Zanahoria contiene beta-caroteno, que ayuda a broncear la piel y la protege ya que lucha contra los efectos negativos de la exposición solar.
Otro de los alimentos para el verano son los Pimientos. El pimiento verde contiene fibra, que mejora el tránsito intestinal, además de saciar con el aporte de apenas un poco de grasas.
El melón por su alto contenido en agua, es un alimento ideal para el verano, además contiene vitaminas A y C.
Por último nos vamos a referir a las legumbres (arvejas, porotos, lentejas, garbanzos, etc.), que son una buena fuente de proteína de origen vegetal y fibra. Poseen un alto efecto de saciedad, su contenido en grasas es muy bajo, por lo tanto, son muy recomendables para dietas de adelgazamiento. En verano, para evitar comerlas como plato caliente, podemos optar por incluirlas en las ensaladas.