Cómo ser mamá y maestra en tiempos de cuarentena

El sistema educativo no estaba preparado para cambiar de un día para el otro del modo presencial a la enseñanza a distancia, y los efectos de esta nueva realidad se empiezan a sentir en los hogares.

En Argentina se acaba de cumplir un mes de la decisión del gobierno nacional de cerrar temporalmente las escuelas en todo el país con el fin de minimizar el tránsito de chicos, padres y maestros, en línea con la recomendación de la OMS de quedarse en casa para cuidar la salud de todos. Pero a la vez, los ha enfrentado al desafío de reinventar y adaptarse a un nuevo proceso de enseñanza-aprendizaje.  

La comunidad educativa desempeña un rol esencial para garantizar que todos los alumnos sigan gozando de un pleno acceso a la educación, a pesar del distanciamiento, prestando especial atención a los niños que viven en hogares más desfavorecidos.

ALUMNO 7

En diálogo con Ledesma, María Barral, docente de la Escuela Primaria Nº72 “Pedro Medrano” de Villa Jardín, Partido de Lanús, en un barrio humilde de la Provincia de Buenos, contó cómo lleva adelante su nueva vida cotidiana en el doble rol de maestra y mamá de un estudiante.

María reconoció que al principio pensó que no iba a poder, pero que una vez que logró ordenarse, todo resultó más fácil de lo que imaginaba.  Llevar el trabajo a casa obliga a organizarse y para la docente, esa fue la clave: “Estar todo el tiempo en casa me hizo modificar ciertas cosas como mamá y como maestra. Al principio usaba hojas, pero luego mi di cuenta de que no era sencillo ni para mí ni para los alumnos. Entonces decidí comprar un pizarrón, porque pensé que si daba las clases de la misma manera que las doy en la escuela, los chicos se iban a quedar más tranquilos”. 

MARIA PIZARRON 1

Acomodar un espacio de la casa para recrear el aula, no solo impactó de manera positiva en la respuesta de sus alumnos, que están acostumbrados a ese formato, también la ayudó a organizar las clases y a poner en orden sus tareas como mamá, ya que en la misma casa y al mismo tiempo, su marido y su hijo también están haciendo actividades.

Durante la mañana, su hijo debe asistir a las clases virtuales de su escuela. Lucas tiene 17 años y cursa el cuarto año en Instituto Sudamericano Modelo del barrio de Caballito en la Ciudad de Buenos Aires. “Mi hijo estudia de 7:30 a 13:30 ha con “recreos” de veinte minutos por la materia que le toca ese día. Él cumple con su horario y con sus actividades como si estuviera en la escuela. Si necesita ayuda, le doy una mano mientras hago las cosas de la casa y organizo mis actividades”, dijo María.

MARIA Y LUCAS1

En cuanto a los quehaceres del hogar, esta mamá-maestra contó que cada uno colabora con lo que puede pero que igualmente tienen bien divididas las tareas. “Por ejemplo, yo me encargo de lavar y planchar la ropa, de mis actividades como maestra y de guiar a mi hijo en lo que necesita. También me ocupo de los pagos virtuales de los impuestos. Mi marido es el que cocina y se encarga de las compras.”

“Como la higiene es lo más importante,  de la limpieza de la casa nos ocupamos todos”, dijo. A sus tareas cotidianas se suma atender a la perra y asistir a sus padres. María reconoce que por estos días está en constante movimiento y que trabaja mucho más que cuando va a la escuela.

TAREAS DEL HOGAR1

Después del almuerzo en familia, llega la hora de dar sus clases. “Al tener todos los materiales en casa y las planificaciones, como mucho puedo calcular  treinta minutos reloj para ponerme online y que los chicos reciban las actividades”, contó. Las asignaturas que dicta son: Matemáticas, Ciencias Naturales, Educación Emocional e Informática.

De los 42 alumnos que componen la matrícula del 6to grado de la escuela, no todos pueden conectarse. “Los chicos viven en hogares humildes, numerosos  y con muchas carencias, a veces se trata de una madre sola con siete hijos y un solo celular para todos”. Sin embargo, la docente buscó la manera para que la información le pueda llegar a todos.    

ALUMNOS maria

La maestra graba las clases que dicta on line para aquellos niños que no pueden conectarse a la hora indicada. Luego, junto con las tareas, envía el video por WhatsApp, también lo comparte en su perfil de Facebook y en el grupo que tiene la escuela en la misma plataforma. Y además, sube todo el material a su cuenta de Instagram.  El objetivo es que la información le llegue a todos sin excepción. María lleva 25 años y medio en la docencia y dice que solo se trata de vocación: “Amo lo que hago y realmente no me cuesta”.

Si bien María, como profesora de informática, quizá conocía de antemano las herramientas digitales disponibles, recomienda a sus colegas que “no se frustren, existen muchas opciones y técnicas para enseñar”. Incluso ofrece su ayuda a quienes les sea más difícil esta transición. “Las herramientas que uso son: WhatsApp, Facebook, Messenger, Zoom, Google Classromm, Google Hangouts, Código QR (donde deben abrir la imagen escaneándola, leer y resolver lo que les pido). Con algunos trabajo vía E-mail, pero no es muy útil esta herramienta para esta comunidad”.

En la escuela María les estaba enseñando a su alumnos a usar Word y el Excel, pero contó que “lamentablemente en esta época tuve que dejar de usarlos ya que estos a alumnos no tienen la posibilidad de contar en casa con esas herramientas”. Pero todo tiene solución. Los chicos resuelven las tareas en hojas de carpeta y luego le mandan a la maestra las fotos de sus trabajos terminados por WhatsApp.

TAREA POR WHATSAPP

Respecto de esta nueva modalidad de enseñanza-aprendizaje, la docente comentó que puede resultar más fácil para algunos docentes que para otros, dependiendo de la creatividad y la capacitación, pero que la familia y los recursos de los que se valen, juegan un rol muy importante también.  “Yo me muevo en todas las redes sociales y con todas las Apps que tenemos a disposición;  pero el gran problema es que en muchos niños no tienen quién los guíe. Por otro lado, los chicos de esta comunidad tan carenciada, no poseen los recursos necesarios para que puedan avanzar rápidamente”.

María lo ve claramente al comparar la situación de su hijo con al de sus alumnos: ”Observo que la escuela privada a donde envío a mi hijo, trabaja con la plataforma de Office 365 educativa. Absolutamente todos los alumnos se conectan, porque mínimamente hay una PC en cada hogar”. Para su hijo,  acostumbrado a usar la computadora, este modo de aprendizaje no le representa ninguna dificultad. “Para Lucas es como estar en la escuela pero sin sus amigos”, contó su mamá.

La educación emocional como complemento

Más allá de lo académico, María Barral, que fue reconocida como “Maestra Innovadora en Educación Emocional” en España,  continúa trabajando –pese a la distancia- sobre las emociones de sus alumnos.  Recordó que los chicos que asisten a esta escuela tienen todo tipo de carencias, en especial afecto y contención, y que para muchos de ellos, la maestra es el único referente.

Por eso María, además de cumplir con los objetivos curriculares de cada una de sus materias, utiliza sus redes sociales para compartir con los alumnos y sus familias videos y frases motivadores para sobrellevar con esperanza este difícil momento.  Incluso, a través de dibujos que ella misma crea en formato digital, los felicita, estimula y comparte consejos sobre la importancia de la higiene.

CUIDADO HIGIENE

Para seguir brindando a sus alumnos la contención que los chicos no tienen en sus casas y encontraban en el aula con la seño, María contó: “Continúo siendo yo en todo momento pero de manera virtual con videos, con emojis de frases alentadoras como ‘bien hecho’, ‘te felicito’, ‘lo lograste’, ‘continua así’, todas con mi cara dibujada que sé que los hace sonreír.”

Además, sigue enseñando educación emocional ya que considera que –en este contexto- es aún más importante que lo académico. “Si ya es complicado para los adultos adaptarse, hay que imaginar lo difícil que es para los más chicos”, dijo, y agregó: “Un audio o un video preguntándoles cómo están los hace sentir acompañados. Obviamente que no reemplaza a un abrazo, pero saben que yo estoy y que los escucho”.  Es el complemento perfecto para estimular a los niños, que sigan aprendiendo, y ayudarlos a transitar este momento sin mayores dificultades.

FRASES MOTIVADORAS

El pedagogo y filósofo brasileño decía: “La educación no cambia el mundo, cambia a las personas que van a cambiar el mundo”.  Por eso, en estos días, el rol de los educadores se ha vuelto crucial. María Barral reflexiona: “Sin niños y sin maestros no hay educación, la escuela está abierta y estamos todos trabajando, lo que está cerrado es el edificio  ¡a no confundir!

MENSAJE FINAL1

Redes Sociales de María Barral:

Facebook: https://www.facebook.com/barralmaestra

Instagram: @maria_barral_vidal

abrazoss

Por: Mercedes Tombesi.